El teletrabajo era algo para lo que muchas empresas e instituciones no estaban preparadas. La mayoría de las familias tampoco lo estábamos. Sin embargo, ahora que todo parece más difícil, y quizás verdaderamente lo sea, el trabajo en equipo es la única opción para enfrentar cada uno de los retos que nos presenta la nueva normalidad. La verdad es que el trabajo en equipo siempre ha sido la única alternativa para construir todo lo que vale la pena.
Desde la creación, cuando Dios dijo “hagamos”, siempre ha obrado haciendo equipos, coordinadamente. Siempre me han fascinado las listas de detalles sobre construcciones o censos que encontramos en la Biblia. Hay un libro que se llama “Números”. Es que Dios es “estratégico”, siempre tiene un plan y le encanta trabajar en equipos.
En Esdras capítulo dos, debemos entender que el retorno no fue una actividad espontánea llena de buenas intenciones individuales. Fue un esfuerzo estructurado de la visión de Dios guiado por un grupo de líderes, como vimos en la entrada anterior a esta.
Zorobabel era la cabeza de este emprendimiento, pero no era el único. Hay al menos 10 nombres más registrados como parte del liderazgo principal. Siempre hay pluralidad de líderes en la obra de Dios: Hebreos 13:7, 17.24, Efesios 4:11 y 1 Pedro 5:1.
Todos son necesarios
Asegúrate de que eres parte de la obra de Dios, que estás dentro de su equipo. Pero considera que estar en la lista no necesariamente implica que estés en el liderazgo. Esto no importa, preocúpate por ocupar el lugar que Dios tiene para ti.
Nota en la lista de Esdras capítulo dos que todos eran necesarios y tenían una función única que desempeñar:
Habían Sacerdotes (versículo 38) Ponían en contacto a Dios con el hombre.
Habían Levitas (versículo 40) Enseñaban la ley.
Habían Cantores (versículo 41) Guiaban en la adoración.
Habían Porteros (versículo 42) Cuidaban de la integridad de lo que sucedía dentro de la casa.
Habían sirvientes del templo (versículo 43) ¡Y de estos habían más! Servían en la adoración
Habían sirvientes de Salomón (versículo 55) Estos eran los que servían al Rey.
Estés donde estés, la única manera de hacer la obra de Dios es por medio del trabajo en equipo, en el que tienes una función única que desempeñar; ya sea en tu familia, tu trabajo o ministerio. De la misma manera, este es un principio que aplica para cada área de nuestras vidas. Cuando se trata de crear un plan de ahorros, fortalecer las relaciones personales, iniciar un negocio o proyecto ¡Trabaja en equipo!
Siempre somos parte de una estructura creada por Dios. Si eres líder, sirve a quienes Dios te ha puesto a liderar. Sé ejemplo e inspíralos para que te acompañen en la obra de Dios. Si no eres líder, asegúrate de estar cumpliendo la función para la que Dios te ha puesto en el equipo que estás y busca glorificarle a Él.
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